Editorial: Marvel
Año: 2004
Guion: Joe Casey
Dibujo: Scott Kollins
Reseña: DeCultoWeb
Como ya se ha dicho muchas veces (y nosotros también lo dijimos) el cómic norteamericano de superhéroes tiene la tendencia o necesidad de recontar los orígenes de los personajes cada cierto tiempo. La excusa es modernizar historias de hace décadas difíciles de digerir para el lector de cómics actual. Ejemplos hay cientos (Superman: Secret Origin es uno), pero también hay algunas variantes de ese tipo de historias. Contar como llega el cohete kryptoniano, como muere el tío Ben, y demás, puede ser necesario, pero también medio redundante cuando se trata de personajes que forman parte del imaginario popular. Es por esto que a veces la formula cambia, y los autores nos cuentan otra cosa.
Avengers: Earths Mightiest Heroes es una miniserie del año 2004 y también es una revisión del origen del grupo más importante de Marvel Comics, pero que complementa y completa los cómics originales de los años 60 en vez de pasarlos por arriba o de contar todo diferente. El guionista Joe Casey pisa con cuidado sobre terreno conocido, y completa y sobre todo complejiza las escenas ya conocidas por todos. En este caso, la actualización de la historia no significa contar las cosas de modo más “cool” para el nuevo milenio, sino tomar las exactas escenas de los cómics originales y mostrarnos tras bastidores como se sentían los personajes sobre esos hechos, que pensaban, como se llevaban entre ellos. Un interesante ejercicio porque obliga a trabajar las neuronas en darle espesor y verosimilitud a escenas bastante toscas, sencillas y sin consecuencias como las que tenían todavía algunos cómics de los años 60.
Así que podemos ver completas algunas secuencias que en el cómic original duraban un cuadro o solo se mencionaban. La historia comienza justo donde termina el numero 1 de Avengers original, con los personajes reunidos por primera vez, y empezamos con los entretelones, mostrándonos como lucha Tony Stark (a.k.a Iron Man) para mantener el grupo unido, proporcionándoles su mansión-base de operaciones y haciéndoles firmar un estatuto a los fundadores, que, recordemos, son Iron Man, Hulk, Thor, Ant-man y Wasp. Posteriormente, una buena perspectiva que añade el guionista se empieza a desarrollar: el impacto de este grupo de superhéroes en la opinión pública y la intervención gubernamental (y militar) dentro del mismo, algo que no se exploraba en los años sesenta pero que resulta absolutamente lógico. Será justamente Iron Man el enlace con los militares y quien busque constantemente permisos de seguridad para operar en el país “legalmente” o al menos con el aval del gobierno (se adelanto a Civil War por muchos años). Casi al principio, también, veremos el primer encuentro con el congelado Capitán América, que inmediatamente se une al grupo (tal como se vio en Avengers 4, de 1963), pero, ahora si, con todos los cuestionamientos e inseguridades que tal evento le debió producir al Cap, inexplorados en la colección original. Las peleas con los villanos, bastante desacentuadas, porque justamente, de eso y solo de eso se trataban los números originales, es decir, las peleas ya las vimos, y acá lo que importa es lo demás. Solo la batalla contra Kang el conquistador ocupara un espacio considerable, para dar pie a la aceptación del público y la obtención de los benditos permisos del ejército, que les darán status para moverse libremente.
Paralelamente, algunas sub-historias como el plot de Jarvis conociendo a Hawkeye antes de lo que sabíamos, desembocaran en un momento bisagra de los primeros años: la deserción de los Avengers originales y la elección de sus reemplazos. Los motivos internos de cada uno para irse, la forma en que el Capitán América se entera (y donde estaba él cuando esto se cocinaba), las dudas y aceptación sobre ser el único en quedarse a liderar el nuevo grupo y la aparición de los nuevos miembros, serán los ingredientes del escritor Joe Casey para las paginas finales.
El encargado de los dibujos es Scott Kollins, que logra una buena interpretación de las intenciones del guión, con muchas escenas habladas e intimas, a la vez que debe lidiar con la “documentación” necesaria de la época en cuestión, es decir, los trajes y apariencias de cada personaje en esos inicios, respetando el canon original. Fuera de eso, se trata de un dibujante con buena narrativa, buenas caracterizaciones, mucho impacto en escenas que lo precisan, buenas perspectivas, lo normal que se le puede exigir a un cómic mainstream. Solo dos asteriscos para el dibujo: por un lado la ausencia de valores de línea. Será una característica de Scott Kollins, que por cierto no tiene nada de malo, pero es llamativo para el cómic norteamericano un dibujante que parece usar la misma punta para todo (contornos, detalles de la ropa, de la cara, fondos, nubes, humos, todo con el mismo valor de línea), algo que por ahí vemos en cómics europeos de línea clara (tipo Tin Tin) pero que no es común en el cómic de superhéroes yanqui. Por otro lado los colores, que no están mal, pero saturan por momentos con su oscuridad o por una combinación de colores no tan bien elegida (aparte de algunas texturas que hacen un poco de ruido). Pero solo detalles que no empañan para nada una muy interesante lectura, para adentrarnos en el detrás de escena de algunos de los números más icónicos de la historia de los Vengadores.
Reseña publicada previamente en: De Culto Web
Más reseñas en su índice.
¿Te animás a escribir una reseña o crítica para el blog?